Después del invierno en Japón, las pequeñas y redondeadas flores blancas y rosas de los cerezos dan la bienvenida a la primavera. La cultura Japonesa lo considera una tradición de Hanami, que significa admirar las flores por su fugaz belleza, considerada como una metáfora de la vida. Yoshino es uno de los lugares más populares de Japón para ver florar cerezos, la atracción prinicipal es la montaña que asciende gradualmente y tiene cuatro alturas distintas, lo que significa que los árboles florecen en mommentos distintos. La floración comienza desde abajo y va subiendo por la montaña, hasta culminar en una vista espectacular.
Después también esta el festivla de sakura o "Gunhangie" se celebra desde hace más de 40 años en la ciudad portuaria de Jinhae, para ver el cerezo en flor más grande del mundo, con unos 340.000 árboles. Este festival celebra la floración del hermoso cerezo y también es una conmemoración al Almirante Yi Sun Shin.
Otra fiesta del cerezo en flor en Japón es la Ciudad fortificada de Hirosaki, en la región septentrional de Tohiku, que atrae multitudes gracias a su diseño japonés y pintoresco foso. Más de 2500 árboles rodean el castillo que queda iluminado por la noche con increíbles efectos especiales, las flores, caen dentro del foso, cubriéndolo de rosa y blanco.